A pesar de que no es un tipo de tela muy conocido, al menos no con su nombre original, la tela softshell es un tejido ideal para resistir a la intemperie en las épocas de frío y lluvias. Sí, también cuando llueve. Y es que la tela softshell es a prueba de viento y agua. Se trata de un tejido formado por 3 capas diferentes: en el exterior cuenta con una capa de poliéster muy similar a la tela de neopreno; en medio podemos encontrar una membrana o lámina impermeable y, en la parte interior, dispone de un forro polar o microlana.

Comprar tela softshell para confeccionar diversas prendas nos aporta una serie de ventajas a tener en cuenta si la comparamos con otro tipo de tejidos. Aunque la tela softshell no está especialmente indicada para protegernos de temperaturas extremas, es una muy buena opción para esas ocasiones en las que buscamos prendas que resistan las consecuencias del mal tiempo y, además, sean impermeables y ofrezcan aislamiento térmico.

Tampoco podemos dejar de destacar otra de sus cualidades estrella, lo cómoda que es la tela softshell. Su tacto es realmente suave y, el hecho de que no sea un tejido muy grueso hace que sean muy ligeras de llevar.

Como curiosidad, su nombre traducido al castellano es “caparazón blando”. Viendo cuáles son las principales ventajas de utilizar esta tela, podemos hacernos una idea de por qué le pusieron ese nombre.

Sus características la hacen una de las telas más escogidas para confeccionar prendas y accesorios como chaquetas de entretiempo, fundas de gafas y de portátiles (el ser una tela impermeable juega muy a su favor), máquinas de hacer fotos, etc. Además, si buscas telas para elaborar prendas de trabajo, la tela softshell es ideal para confeccionar el vestuario laboral de aquellas profesiones en las que se precisa trabajar a la intemperie en ambientes fríos.