Esta técnica es la mezcla perfecta entre punto de media y el ganchillo tradicional y con ella se obtiene un tejido grueso, por lo que es ideal para prendas de abrigo y mantas. En las puntadas de ganchillo tunecino cada fila se compone de dos partes: un paso hacia adelante, en el que se recogen los ganchos en el punto y un paso en reversa, en el que se vuelven a sacar del gancho. Se trata de una técnica perfecta para principiantes, muy fácil de aprender y más rápida que el ganchillo tradicional.  

Los ganchillos tunecinos suelen ser más largos que los normales y tienen un solo grosor en todo el cuerpo. Existen dos tipos de ganchillo tunecino:

Ganchillo tunecino de una punta: se utilizan para tejer con un color de lana.

Ganchillo tunecino de doble punta: sirve para tejer 2 colores de lana. Si lo usamos para tejer con un solo color habrá que tener cuidado de que los puntos no se escapen por la otra punta.

Para iniciar la labor, se hará una cadeneta inicial de ganchillo. Una vez completada, se debe trabajar la primera fila introduciendo el ganchillo de nuevo en el eslabón anterior de la cadena, agarrando un lazo del extremo libre del hilo con el ganchillo y tirando hacia atrás a través del eslabón. Luego se repite el proceso, trabajando de derecha a izquierda hasta terminar cada eslabón de la cadena. Tras terminar esta fase de montar y obtener el número adecuado de bucles, el proceso se invierte y cada bucle se extrae del gancho tornado de un nuevo bucle de hilo por medio de cada puntada, trabajando de izquierda a derecha, es decir, en un paso inverso. Estas dos partes forman una fila completa.